No se aceptan más apuestas, lo que está en la mesa es lo que vale. ¿Saldrá rojo o negro? ¿Pares o nones?
Esta no es la ruleta, no se espera el azar. Esta es la vida y se pone esfuerzo cada día, y tras un resbalón uno se levanta. Y tras cien resbalones uno se levanta cien veces.